23 de set. de 2014

Técnicos del CSIC y de la Universidad de Durham recogen muestras en el Areoso - Faro de Vigo


Una de las mámoas que están siendo objeto de estudio por los investigadores.

Técnicos del CSIC y de la Universidad de Durham recogen muestras en el Areoso - Faro de Vigo:
El ambicioso estudio arqueológico de carácter internacional que tendrá al islote de Areoso como protagonista dio ayer un paso más. La presencia de seis personas pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, durante toda la jornada en el lugar muestra que los trabajos empiezan a tomar ritmo.

Desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde, los técnicos estuvieron recogiendo todo tipo de muestras para empezar a sentar las bases de sus investigaciones que tienen por objetivo el ahondar en los efectos de la erosión del mar en yacimientos costeros. La intervención, que está dirigida en su parte científica por Elías López Romero y en su parte técnica por Patricia Mañana Borrazás, también incluye intervenciones en otras dos zonas más de la Bretaña francesa.

La conocida como "mámoa 4" se ha convertido en el principal objeto de estudio. Se trata de una estructura megalítica descubierta por el mar a finales de 2011 y que se encuentra relativamente protegida por un muro de mampostería realizado por la Dirección Xeral de Patrimonio y por Costas.

Desde que comenzó el proyecto de intervenciones arqueológicas en Areoso, hace ahora un año, la de ayer fue la tercera visita de técnicos al lugar. La primera de ellas se realizó el 25 de septiembre de 2013 y la segunda el 10 de marzo de este mismo año. En ambas se tomaron fotografías y datos topográficos para realizar un seguimiento de la evolución de la erosión de los yacimientos arqueológicos del islote. En la salida de marzo se llevó a cabo, además, un registro tridimensional de los principales yacimientos por medio de un escáner láser 3D.

La importante acción de los temporales en los últimos meses ha derivado en importantes muestras del efecto de la erosión del mar en el lugar. La visita realizada ayer supone la tercera de las que se habían planificado inicialmente. "Con todos los datos recogidos durante todo este tiempo, al que se sumará el que aporte el público en general, se van a elaborar modelos tridimensionales que permitirán realizar comparaciones que determinen con precisión el grado de deterioro del conjunto", explicó la arqueóloga del CSIC Patricia Mañana -Borrazás.

Las imágenes y la información se irán actualizando con frecuencia en las redes sociales, a través de las cuales también se busca canalizar el interés público que ha despertado la erosión de este islote y fomentar la divulgación científica y concienciación sobre la destrucción del patrimonio litoral.

La intervención que realiza el CSIC tiene lugar más de dos décadas después de los últimos trabajos arqueológicos que tuvieron lugar en el islote. En aquella ocasión, los trabajos fueron dirigidos por el arqueólogo Manuel Rey y sirvieron para descubrir y catalogar una serie de mámoas, alguna de las cuales se encuentra ahora seriamente dañada o prácticamente desaparecida.

Desde que se realizaron esos trabajos, la erosión del mar no ha dejado de sacar a la luz restos arqueológicos, que van desde una nueva mámoa sin catalogar, hasta una serie de huesos que podrían ser humanos y que corren un serio riesgo de perderse por el efecto de las mareas y la presión turística.

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