El Museo do Mar de Noia, que lleva abierto desde el mes de mayo del año pasado, se llenó de contenidos gracias a más de cien voluntarios vinculados al mundo del mar que, con su empeño y altruismo, lograron poner en pie un espacio dedicado a una de las fuentes de riqueza más importantes de la comarca.
La asociación Mar de Noia es la encargada de gestionar las instalaciones. El edificio está dividido en quince secciones y casi todas conquistan por igual a los visitantes: la de fauna marina (en la que hay mandíbulas, barbas y vértebras de tiburón); la del catre del contramaestre; la del puente de mando; la de la sala de máquinas, la de los archivos fotográficos; la de la carpintería de ribera; la del pañol de cubierta; la de los libros náuticos...
La asociación Mar de Noia es la encargada de gestionar las instalaciones. El edificio está dividido en quince secciones y casi todas conquistan por igual a los visitantes: la de fauna marina (en la que hay mandíbulas, barbas y vértebras de tiburón); la del catre del contramaestre; la del puente de mando; la de la sala de máquinas, la de los archivos fotográficos; la de la carpintería de ribera; la del pañol de cubierta; la de los libros náuticos...
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