El patrimonio industrial de un país es una fuente inagotable de riqueza cultural. El conjunto de fábricas, minas, ferrerías, canales, estaciones ferroviarias, bodegas y naves, entre otras instalaciones, muestra aspectos fundamentales de la historia y la sociedad que lo acoge. La exposición 100 elementos del patrimonio industrial en España, que se inauguró ayer en el Antiguo Convento de Santa María de los Reyes (calle Santiago, 33), en Sevilla, ilustra la diversidad y la riqueza de unas instalaciones y recintos esenciales para conocer la historia.
La muestra, que estará abierta hasta el 15 de enero, está formada por 100 paneles que se centran en otros tantos elementos del patrimonio industrial. Además, se pueden ver en cuatro pantallas distintos documentales sobre el pasado industrial andaluz. Los elementos pertenecientes al patrimonio de Andalucía que pueden verse en la muestra son la Real Fábrica de Artillería (Sevilla); la carpintería de ribera de Astilleros Nereo (Málaga); los paisajes mineros de Linares-La Carolina (Jaén) y Riotinto (Huelva); la bodega González Byass de Jerez (Cádiz); la azucarera de San Isidro (Granada); el Cable Inglés (Almería), y la fábrica de cervezas El Águila (Córdoba). Junto a la parte andaluza, la exposición hace un detallado recorrido por el resto de patrimonio industrial relevante de otras regiones de España.
La muestra está organizada por TICCIH (siglas en inglés del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial). Julián Sobrino, comisario de la exposición en Andalucía, señala que la muestra busca "difundir la riqueza, variedad e interés de los testimonios relacionados con la cultura industrial en España". "Tenemos un problema en este país: la tradicional división entre humanidades y ciencias. Parece que los testimonios de la tecnología no forman parte de la cultura. Esta exposición lucha contra esta inercia", afirma Sobrino, que es profesor titular de Historia de la Arquitectura en la Universidad de Sevilla.
"Los valores patrimoniales de la cultura industrial son históricos, arquitectónicos, tecnológicos, territoriales y sociales. La exposición busca también alertar a la sociedad e instituciones españolas acerca de los peligros que se ciernen sobre numerosos ejemplos de patrimonio industrial español", asevera. "Hemos buscado que la muestra sea representativa desde el punto de vista de los sectores que en España produjeron la revolución industrial, es decir la minería, la pesca, la agricultura, los transportes ferroviarios, la energía eléctrica y la metalurgia, entre otros", concluye Sobrino.
La muestra, que estará abierta hasta el 15 de enero, está formada por 100 paneles que se centran en otros tantos elementos del patrimonio industrial. Además, se pueden ver en cuatro pantallas distintos documentales sobre el pasado industrial andaluz. Los elementos pertenecientes al patrimonio de Andalucía que pueden verse en la muestra son la Real Fábrica de Artillería (Sevilla); la carpintería de ribera de Astilleros Nereo (Málaga); los paisajes mineros de Linares-La Carolina (Jaén) y Riotinto (Huelva); la bodega González Byass de Jerez (Cádiz); la azucarera de San Isidro (Granada); el Cable Inglés (Almería), y la fábrica de cervezas El Águila (Córdoba). Junto a la parte andaluza, la exposición hace un detallado recorrido por el resto de patrimonio industrial relevante de otras regiones de España.
La muestra está organizada por TICCIH (siglas en inglés del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial). Julián Sobrino, comisario de la exposición en Andalucía, señala que la muestra busca "difundir la riqueza, variedad e interés de los testimonios relacionados con la cultura industrial en España". "Tenemos un problema en este país: la tradicional división entre humanidades y ciencias. Parece que los testimonios de la tecnología no forman parte de la cultura. Esta exposición lucha contra esta inercia", afirma Sobrino, que es profesor titular de Historia de la Arquitectura en la Universidad de Sevilla.
"Los valores patrimoniales de la cultura industrial son históricos, arquitectónicos, tecnológicos, territoriales y sociales. La exposición busca también alertar a la sociedad e instituciones españolas acerca de los peligros que se ciernen sobre numerosos ejemplos de patrimonio industrial español", asevera. "Hemos buscado que la muestra sea representativa desde el punto de vista de los sectores que en España produjeron la revolución industrial, es decir la minería, la pesca, la agricultura, los transportes ferroviarios, la energía eléctrica y la metalurgia, entre otros", concluye Sobrino.
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