Menorca.info - El armador sueco:
Probablemente Henrik Yngwe forma parte de una nueva generación de propietarios de barcos de época que rompen los esquemas de lo que uno pueda imaginarse paseando entre tantas joyas
Probablemente Henrik Yngwe forma parte de una nueva generación de propietarios de barcos de época que rompen los esquemas de lo que uno pueda imaginarse paseando entre tantas joyas
La figura del armador de un barco como los que compiten en un evento tan prestigioso como la Copa del Rey de Barcos de Época, siempre va rodeada de una halo de misterio, sobre todo porque ser propietario de este tipo de joyas flotantes de más de 100 años, tiene unas exigencias de mantenimiento y dedicación no aptas para cualquier bolsillo. Sin embargo, lo que pudiera parecer un tópico se rompe cuando podemos conocer a uno de los armadores más jóvenes de este trofeo Panerai que hoy finaliza en Menorca. Se trata del sueco Henrik Yngwe, que por primera vez ha participado en la regata acompañado de su amigo Alexander Norberg en el “Naim”, un barco de época de 1950 de casi 15 metros de eslora. No traía uniformes a juego como el resto de barcos que compiten ni tampoco la madera y los cabos están en perfecto estado de revisión pero esta generación de armadores con la guitarra a bordo y que viaja en Ryanair, no se quedan atrás y el segundo día de regatas, salió a competir en su categoría con un par de uniformes recién comprados que estrenó con su compañero de fatigas. Espíritu de navegantes, espíritu de salvar obstáculos.Fisioterapeutay tramoyista en la Ópera Henrik Yngwe tiene 33 años y hace siete que compró el “Naim”. Tiene un negocio propio como fisioterapeuta en Estocolmo y combina su consulta particular con el trabajo de tramoyista oficial de la Royal Swedish Opera. Desde pequeño le apasiona el mar y de hecho, se define como un “boy scout de los barcos” ya que aprendió y colaboró mucho tiempo como voluntario en la marina sueca. Además también dedicaba su tiempo libre a la restauración de barcos tradicionales suecos, entre los cuáles nos habla del primer de vapor que tuvo el país nórdico. Hace siete años que soñaba con tener su propia embarcación pero la verdad es que no tenía en mente un barco de época como el que acabó comprando. Cuando se lo enseñaron, lo probó y el flechazo fue instantáneo. Sabe que su velero no luce igual que los demás pero aplica todo su esfuerzo y su empeño en mejorarlo día a día. Actualmente tiene su puerto base en Olhao, al sur de Portugal, pero como Menorca le ha seducido, está pensando que a lo mejor lo deja este invierno en el puerto de Maó. Conoce bien la zona de Balears porque durante el verano, que es cuando tiene sus vacaciones, siempre se dedica a navegar con algún amigo que le ayuda a mover un barco tan artesano como éste. Es su sueño hecho realidad y su expresión refleja una ilusión todavía latente. Un velero con aires egipcios La historia del “Naim” es un tanto peculiar. Algunos han dicho que su sólida popa fue construida para hacer frente a los mares escarpados del Mar Rojo pero otros afirmaban que, a juzgar por sus líneas, debía haber sido construido mucho antes de la década de 1950. Como tal no es exactamente un barco de vela tradicional mediterráneo y la mejor conjetura es que el diseño fue inspirado por los cúters de vela de la costa oeste británica pero usado como barca de carga por el Nilo hasta los años 50, cuando se transformó en yate de recreo para un banquero egipcio llamado Naim (de ahí el nombre). Dieciocho años más tarde apareció abandonado en una playa de Alejandría donde fue recuperado y trasladado hasta unos astilleros en Chipre para poder restaurarlo y botar de nuevo. En 1974, el “Naim” volvía a navegar con todo su esplendor y a partir de entonces, durante 30 años viajó por todo el mundo bajo el timón de sus armadores nuevos, un matrimonio formado por un inglés y una sueca que en 2004 se lo vendieron a nuestro protagonista.
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