El ´Frederikssund´ se toma un respiro en A Illa - Faro de Vigo:
Construido en A Illa hace ya más de un lustro, el "Frederikssund", el último barco vikingo que se unió a la flota de Catoira, ha regresado a la tierra que lo vio nacer. El tiempo transcurrido desde su construcción hace necesario un repaso amplio de su estructura, algo que se está realizando en la dársena de O Xufre, para que la embarcación vuelva a lucir con todo su esplendor otro primer fin de semana del mes de agosto, cuando en las inmediaciones de las Torres do Oeste se celebra el tradicional desembarco vikingo que atrae a miles de personas cada año.
El último drakkar vikingo de la flota catoirense ha regresado a la tierra que lo vio nacer. El "Frederikssund" permanece varado en la dársena de O Xufre, en A Illa de Arousa, desde la pasada semana, cuando fue trasladado desde las Torres do Oeste para someterse a una puesta a punto global tras un lustro sirviendo a la causa del Desembarco Vikingo de Catoira, una de las fiestas más importantes y concurridas de la ría de Arousa.
En principio, la embarcación no presenta graves daños en su estructura, pero si es necesario acometer una revisión de la patente y comprobar si alguna de las cuadernas debe ser cambiada. El propio alcalde de Catoira, Alberto García, reconocía ayer que "se trata de una revisión en profundidad para garantizar su navegabilidad en las mejores condiciones, y estará en la dársena de O Xufre hasta que se encuentre en perfectas condiciones".
El drakkar vikingo, construido a imagen y semejanza de sus antecesores que surcaron el mar desde las frías tierras nórdicas hasta la ría de Arousa para saquear Compostela, se construyó a menos de dos kilómetros de distancia de donde hoy se encuentra. Fue botado en mayo de 2008 de los astilleros de Manuel Mougán Diz, ubicados en la playa de Riasón, y que hoy se encuentran cerrados. El nombre elegido para el mismo no fue fruto de la casualidad, sino que se trató de hacer un homenaje de amistad a la localidad danesa de Frederikssund, hermanada con la localidad arousana desde hace años.
La embarcación es una adaptación del "Skuldelev V", uno de los barcos de ese tipo de mayores dimensiones, cuyos restos se encontraron en el fiordo de Roskilde, en Dinamarca. Esa nave fue construida aproximadamente en el siglo XI y descubierta en 1880.
Ante las dificultades técnicas que suponía el diseño original, el Concello de Catoira optó por adaptar la réplica a las exigencias de la normativa. El casco del barco se realizó en madera, de acuerdo con las técnicas clásicas de la carpintería de ribera. El drakkar está propulsado por una combinación de vela y remo. De hecho, cuenta con un total de 26 remos y posee una vela mayor de sección rectangular como propulsión auxiliar, que luce con orgullo el logotipo de la Romaría Vikinga.
Mide 17,5 metros de eslora, 2,5 de manga y 1,25 de puntal. Además, puede transportar a una treintena de personas, pero el elemento más característico del barco es el mascarón de proa, donde luce una réplica de una talla encontrada en el interior del Oseberg, un barco del siglo IX utilizado como tumba de una importante personalidad vikinga.
Antes de su participación en el último desembarco vikingo, el barco estuvo a resguardo en las antiguas naves de Cedonosa durante varios meses para evitar su degradación antes de ser trasladado hasta el muelle de A Illa.
Ningún comentario:
Publicar un comentario