Este centro de interpretación y divulgación dispone de medio millar de elementos expositivos que vale la pena observar y conocer atentamente y que pueden considerarse casi como "de colección".
Son artículos que guardan relación con todo tipo de aspectos ligados al mar, a la industria transformadora, a la recolección de algas y, en definitiva, a todo lo que huele a pasado del pueblo grovense.
Junto a las viejas fábricas de salazón rehabilitadas y convertidas en museos por sí mismas, el Concello dispone de naves en las que exponer variadas piezas y así dar a conocer su patrimonio a vecinos y visitantes.
Y lo mejor de todo es que la Administración local quiere más y está dispuesta a seguir intensificando y mejorando tanto el continente como el contenido de este museo, aderezándolo todo con propuestas complementarias como la celebración de una fiesta de exaltación de la salazón -en septiembre de 2013-, la colaboración con el Acuario O Grove -situado a escasos metros- y, a medio o largo plazo, con la construcción del centro de interpretación de la carpintería de ribera de Galicia.
Motores marinos, hélices, cuadros de luces, ruedas de timón -tanto de hierro como de madera-, timones de dornas y de otras embarcaciones, un banco de carpintero, redes de todo tipo y para casi todas las especies marinas, anzuelos y aparejos usados en tiempos ancestrales o cepillos, salvavidas y mazos son algunos de los artículos que forman parte del inventario.
Pero en el Museo de la Salazón, situado en el incomparable marco de la ensenada de Moreiras y Meloxo, también pueden verse antiguas bañeras y escobas, latas de conserva cuyas marcas trasladan al visitante a tiempos ya olvidados, boyas y artículos de labranza que se usaban también, o se usan aún, en labores de marisqueo.
Los raños, trueles, raspas de percebe, viveros de camarón, bicheros y espejos usados por las mariscadoras cobran en este museo un significado especial, como sucede con las embarcaciones tradicionales expuestas, la prensa de algas y todos los artefactos necesarios para elaborar sardinas, jureles y otros productos a la vieja usanza, con la sal como gran protagonista
Incluso pueden verse antiguas nasas, salabardos, viejos trajes de marinero, carreteras, remos, sondas, collares de conchas y un largo etcétera de artículos que convierten al Museo de la Salazón en uno de los elementos más importantes de O Grove.
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