La Associació de Barques Tradicionals de Xàbia ha trasladado esta semana al municipio la embarcación “Pacurri” a un solar municipal cedido por la concejalía de Patrimonio. En concreto, la barca está junto al Canal de la Fontana, en un terreno integrado en el polígono H y que ha sido vallado por el departamento de Servicios. Allí permanecerá a la espera de encontrar financiación para que pueda ser rehabilitada y ser utilizada como recurso turístico, didáctico o para la divulgación de la cultura marinera.
Al menos este es el objetivo que persigue la Associació de Barques Tradicionals de Xàbia, constituida con el fin de salvaguardar la cultura y el rico patrimonio marítimo local y que desde 2005 persigue el complejo e interesante proyecto de recuperación del “Pacurri”
Se trata de una embarcación tradicional de arrastre datada de 1932, fondeada en el puerto de Calp desde que fuera dada de baja y que desde finales de 2008 ha permanecido varada en los astilleros Belliure. Según explican desde el Museo, la embarcación es muy interesante desde el punto de vista patrimonial ya que, aunque preparada para navegar a motor, es una de las últimas construidas siguiendo el modelo tradicional valenciano de la vela latina. Una vez restaurada y aparejada, quedará como un "llaut" de principios del siglo XX, pero con todos los sistemas de navegación y seguridad propios de una embarcación moderna dedicada al transporte de pasaje.
Desde que la asociación se planteó la rehabilitación del Pacurri, pidió colaboración al Ayuntamiento de Xàbia, ya que el apoyo de la administración pública era fundamental para conseguir la cesión de la embarcación. Las posibilidades que presenta respecto a la difusión del patrimonio marinero tradicional, así como su valor emblemático para la imagen de Xàbia, hizo que el Consistorio aceptara la cesión del barco y se lo escriturara al 50% a finales del 2006 con la condición de que no podrá trasmitir su titularidad ni ejercer con él la pesca extractiva.
La tramitación burocrática ha sido larga. Hasta finales del 2008 no se consiguieron los papeles necesarios para empezar propiamente la restauración. Esos tres años amarrada al puerto de Calp, sin que se le hiciera el mantenimiento propio de una barca de madera, acabaron por pasarle factura y en diciembre de 2008 acabó semihundida. Se tuvo que "sacar al seco", lo que echó a perder todavía más el ya deteriorado casco de madera, de forma que la restauración se hace ahora más necesaria, según los informes que maneja el colectivo.
Al respecto, la asociación cuenta con un proyecto redactado y visado por el colegio oficial de Ingenieros Navales. Sin embargo, el coste de los trabajos necesarios rondaría los 400.000 euros por lo que se están buscando vías de financiación y otras fórmulas alternativas para, al menos, poder empezar con el proyecto.
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